Canción: Querida Clara

Hay momentos en la historia, de las naciones y del mundo, en q la humanidad suele dividirse en bandos, en sectores o facciones. Y hay veces en q esas facciones entran en fricciones directas y se desatan las guerras. Ajenas o propias. "Justas" o abusivamente carniceras y desproporcionadas. La gente en esas situaciones, generalmente tiene q decidirse en qué lado estar y no quedarse en el medio, es más, no se es válido quedarse en el medio. Entonces el hombre de pueblo, aquel q se levanta temprano a trabajar para llevar un pan a su mesa, en el campo o la ciudad, aquel q confía en q su país tendrá un futuro mejor y q aunq él no lo vea, confía en q el esfuerzo q hace lo cosecharán sus hijos, o los hijos de sus hijos; ese hombre de pueblo un día decide q llega el momento de hacer valer su posición y alinearse al ejército defensor de sus ideas antes de q este desaparezca. Entonces se alista. Se encomienda a Dios o se al ser Supremo q lo sustituya en su creencia. Y creyendo q está haciendo lo q es su deber se prepara para ingresar al camino q quizás no tenga retorno. Lo piensa. Qué pasará con sus hijos más chicos si ya no hay regreso y con la mujer con quien comparte su vida. Qué será de ellos más adelante. Tal vez vuelva. Tal vez no. Quizás en este momento, y sólo aquí, toma una pluma y escribe la carta a esos niños q son la razón de ser de la vida misma, y son el aliento para seguir con ella, incluso para defender un proyecto social q los albergue a todos ellos de la mejor manera posible. Porq esa pobre gente q es generalmente usada como carne de cañón en todas las malditas guerras mientras los q la originan esperan el final de ese banquete de sangre en la seguridad de sus lejanas y bien protegidas guaridas, marcha al frente siempre con esperanza y con el ánimo de volver a casa. A seguir con su vida, sin la mínima intención de ser héroe para nadie. Tan solo regresar para los suyos, y verlos crecer.

Canta: Fe de Ratas


Querida Clara

Cuando esta carta llegue a ti, ya no existiré.
Y aunque mamá te explicará porqué no estoy,
debes de saber, que he vivido hasta el último instante de mi vida
con mucha honra y mucho orgullo, y siempre fiel a mi ideal.

No fui un cobarde, no robé a nadie, luché sin tregua hasta el final.
Y he muerto dando la cara al enemigo.

Si cien vidas tuviese, las cien daría por defender a la República.
No creo que el Fascismo consiga vencer.
Pero si la maldad de los falangistas pudiera más que la razón,
no ayudes nunca a mis asesinos, no hay que tener consideración, que hoy no la tienen hacia nosotros.
En algún momento podrás saber de todas las atrocidades que han cometido.

Sólo te pido que cuides a mamá, a tus tíos, a tus abuelos.
Y mira bien por tu hermano, no os peleéis y trata de ayudarle, y que él te ayude siempre.
Salud y felicidad, mi último pensamiento será para vosotros.

Comentarios

Irenillaa dijo…
Oooh qué canción más bonitaa!! Está guay que haya gente que escuche buena música y lo más importante, que la entienda.
Salud.

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