Un saludo, a propósito de Haití
Un saludo a Haití, que antes del terremoto no existía. Era uno de los países con más hambre en el mundo, con mucha escasez de todo para vivir. Pero no existía. La gente se moría de hambre. Y no existía. Y ahora que pasó el terremoto, esta desconocida nación matada desde siempre por el hambre, vino a constituirse por estos días en un record mundial de taquilla. Bienvenidos a Pandora, o a lo que quede de ella. Aunque lo malo querido público es que esta versión no es en 3D, por lo que si alguien quiere sentirlo muy real, tendrá que hacer un pequeño viaje al lugar de los hechos.
En estos momentos Haití es un fantasma. Antes de que no le importara a nadie era una nación devastada por el hambre, después de ello, es una nación desaparecida por el terremoto.
Un saludo a la ONU. Esa organización muchas veces desbordada por los acontecimientos y por la lentitud de sus procedimientos. Ese elefante azul, que cada vez que aparece EE.UU. lo pinta de blanco y hasta se anima a ponerle una nariz roja en la trompa y una corbata michi al cuello. Y aplauso querido público.
Un saludo a los países del mundo. Que siempre brindan su ayuda cuando la naturaleza se ensaña con algún punto del planeta. Uno de los pocos hechos que hace que todos se dejen de mirar el ombligo y que nadie proteste cuando la colaboración es llevada fuera de sus fronteras.
Un zapatazo a Obama y a toda la fuerza militar de ocupación de EE.UU. que, cuando no está creando guerras en el mundo, igual aprovecha cualquier oportunidad para llegar y quedarse, como en el caso de los desastres, sean naturales o no tanto como parezcan. O mejor no, lo del zapatazo es un decir.
Consejos comerciales y seguimos con el show.
En estos momentos Haití es un fantasma. Antes de que no le importara a nadie era una nación devastada por el hambre, después de ello, es una nación desaparecida por el terremoto.
Un saludo a la ONU. Esa organización muchas veces desbordada por los acontecimientos y por la lentitud de sus procedimientos. Ese elefante azul, que cada vez que aparece EE.UU. lo pinta de blanco y hasta se anima a ponerle una nariz roja en la trompa y una corbata michi al cuello. Y aplauso querido público.
Un saludo a los países del mundo. Que siempre brindan su ayuda cuando la naturaleza se ensaña con algún punto del planeta. Uno de los pocos hechos que hace que todos se dejen de mirar el ombligo y que nadie proteste cuando la colaboración es llevada fuera de sus fronteras.
Un zapatazo a Obama y a toda la fuerza militar de ocupación de EE.UU. que, cuando no está creando guerras en el mundo, igual aprovecha cualquier oportunidad para llegar y quedarse, como en el caso de los desastres, sean naturales o no tanto como parezcan. O mejor no, lo del zapatazo es un decir.
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