Reflexión: Valoraciones sobre la vida y la muerte

Cómo empezar a esbozar este pensamiento. Ceo q esto anda por el lado de dejar pensando al q me lea, q se hunda en el análisis y q le sirva de algo, o q tan sólo llegue a decir "caray, cuánta razón tiene este tipo". Con esto me bastaría. Sólo sé q quiero compartirlo.
El día de hoy fui a la agencia de siempre, a enviarle al abuelo mío una propina q me pidió debido a q en unos días estará cumpliendo años. Él y mi abuela me criaron en función de padres fundamentalmente, pues yo viví con ellos hasta los veintitantos años antes de venir a la Argentina. Después de hacer el depósito en mención, le dije al primo mío q le mande algo él, si podía, xq el abuelo había pedido q los q estamos acá en la Argentina (3 tristes tigres) le mandemos una pequeña propinita por motivo de su cercano cumpleaños. Le mandé un mensaje de texto, 2, 3, y nunca me contestó. Yo le mandé al abuelo muy poco, lo q pude, q era lo q tenía encima. Mi primo tiene un poco más de holgura q yo, por cosas de la vida q no vienen al caso. Y de mi prima, mejor ni hablar, ahora es pariente cercana de la ingratitud y la indiferencia; aunq no sé si esto es mejor q sus chimentos de corte negativo q hace de cuanta persona está alrededor de ella q tanto me pudren y me terminan alejando de su radio de acción.
Y pensar q todos nosotros estábamos unidísimos hace unos meses, cuando la abuela estaba enferma luchando todos los días contra la maldita muerte, día a día, semana a semana, robándole segundos a una implacable y maldita muerte, ella sí, como una verdadera heroína de todos nosotros, los de aquí, los de allá, y los del Perú.
Después de consumado el acto fatídico aquel... parece q poco a poco el moho de la desidia, la rutina, la indiferencia, el desapego, va ganando terreno en algunos q hace tiempo llamaban al abuelo periódicamente por teléfono, para calmarle en algo la sensación de soledad q es tan brutal, para el q la conoce. Soledad de seres queridos. Soledad de los hijos y de los nietos criados como hijos. Y q debe ser tan terrible cuando una llega a viejo. Aquí es cuando me pregunto si esperamos otra muerte para hacernos los boludos entre nosotros mismos y tenernos un mínimo nivel de tolerancia y sentirnos unidos nuevamente. Si de esa manera vendrá nuevamente la unión, yo no la quiero. Porq será, a mi modo de ver, sino hipocresía, falta de consecuencia, un desconsuelo de tontos. A mi abuelo yo lo voy a querer en vida, al viejo aquel q me quiso como a un hijo más. Como es con mi vida q yo también le quiero demostrar q soy digno nieto suyo. Yo no quiero q la muerte una a la gente, q la gente se una en vida; pero eso no será.
Recuerdo ahora una escena tremenda de la q fui testigo hace unos meses. El estruendor aquel q escuché, q se me asemejó al derrumbe de un edificio completo y motivo por el cual salí disparado a la calle a ver lo q ocurrió,pues ese sonido provenía de al lado. Justo mis compañeros de trabajo y yo estábamos terminando nuestro primer turno y ya estábamos por cerrar el local. De repente la escena inmediata a mis ojos fue un montón de gente mirando, en la acera, hacia lo alto del edificio en construcción. En cuestión de segundos fue la desesperación por llamar al 911, o a los bomberos, o a la policía o a todos ellos. Con la misma rapidez unos vecinos cerraron el tránsito por ese lado. Y casi al unísono el pedido de los q miraban la escena era una: "agarralo, agarralo, agarralo". Mi compañera y yo estábamos, cada quien desde su celular, intentando llamar por ayuda, mi celular había entrado al 911, y escucho una introducción q se contraponía con el apuro de la emergencia. Justo cuando me estaban por atender del otro lado del celular, escuché el sonido de la sirena q se aproximaba hacia el lugar donde estábamos, por suerte alguien había llamado ya, así q colgué, pues ya no hacía falta. Era la ambulancia de los bomberos, y luego llegó otra. Arriba, hacia el piso número 7 u 8, y con la pared de ese piso construido más o menos hasta la altura de sus hombros, dos obreros asían a su compañero de la única manera q podían con el mayor de sus esfuerzos: uno a un lado con sus dos manos tomaba una de las manos del q estaba colgando y el otro lo tomaba a este de la misma manera. El pobre gritaba, y desde abajo, en esos minutos q parecían horas, parecía q de vez en cuando como q se quería soltar, como resignado a esa terrible suerte. Unos tablones extendidos como 8 metros a lo largo, debajo de él, más o menos a la altura del 3er piso, yacía partido en dos, casi justo al medio. El otro obrero q habia estado con él, pisando la misma tabla, no tuvo la misma suerte de aquel y se vino abajo. Al caer, sin embargo tuvo la "suerte" de q esos tablones del 3er piso lo amortiguaran un poco, y llegara al piso del techo de la panadería (además, dónde cayó) con una velocidad menor. Los bomberos, como iban subiendo rescataron primero al q estaba caído. Luego, cuando estaban por llegar al lugar de la otra escena, los obreros q sostenían a su compañero, pudieron acomodarse un poco mejor y lograron subirlo y ponerlo a salvo. En ese momento la angustia de todos los q mirábamos desde abajo se nos salió de la garganta, y la gente saludó aliviada el final de este drama con un generoso aplauso.
Pensar en el hecho de q se salvó una vida, q por ser la de alguien q trabaja dignamente para vivir es tan valiosa. Y q tuvo tanta justicia ese arrebato a la muerte de alguien q no merecía irse en esas circunstancias. Pensar en ese luchar para vivir, pensar en ese luchar por la vida en un sentido estricto. Vivir ese hecho, ponerse en el lugar de aquel q colgaba con tanta suerte y q de cuando en cuando parecía q a sus compañeros se les resbalaba d las manos, y pensar q justo en esos momentos la gente q miraba desde abajo hacía más fuerte y más vivo ese "agarralo, agarralo"; lo hace a uno sentirse digno, feliz, cobrar un nuevo sentido de la vida, agradecerse de estar vivo, sentirse casi renacido, orgulloso de esa gente q no abandona ahí en esos momentos q se precisa de aliento, aunq no te conozcan. Bendito sea este país y la gente q es así, q son los más.
Y ahora me pongo a pensar en otro hecho. Q contrapone el valor del amor a la vida y su acto solidario. Días antes de presenciar lo del edificio en construcción, estuve buscando en youtube cosas fuera de lo común. Y para encontrar eso, escribí en la búsqueda algo así como "bizarro", o palabra similar. Y lo q llegué a mirar me llenaba tanto de espanto q no podía creer lo q se había llegado a grabar y circulaba por la internet. Era algo chocante. Incomprensible desde todo punto de vista. Lo es. Y lo será. ¿Qué era?. Eran videos de gente en el momento del suicidio. No voy a decribir en detalle lo q vi, no merece la pena, menciono sólo dos palabras para cada uno de los dos q me impactaron: para uno edificio, para el otro, tren. Y el acto.

Pensar por un lado en lo incalculable del valor de una vida q se acaba de rescatar de las fauces de la parca, para pasar a la desvaloración del ser humano q termina con la suya propia. Pensar q uno valora la demostración de afecto y buenos sentimientos en vida y q otros a veces tienen q esperar a q la muerte te arrebate a quien te dio lo mejor de él mismo -para q seas una buena persona y no la abandones sobretodo en las malas, ni así encontrándote al otro lado del mundo- y ahí recién dejen de mirarse su propio ombligo.

Yo soy de un tipo de persona. Y los q no son como yo, me generan tanta amargura, aún (no he aprendido a manejarlo ¿se podrá?). Con todo eso, y yo haciendo todo lo q me sea posible hacer, me siento satisfecho conmigo mismo.

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